Sensibilidad Dental

La sensibilidad dental afecta a un gran número de personas y puede tener importantes repercusiones en ellas.

Te animamos a conocer sus posibles causas y las claves para su prevención y tratamiento.

La sensibilidad dental se puede definir como un dolor dental agudo que aparece tras el contacto de la dentina con estímulos aparentemente inofensivos como el calor o el frío, el dulce o ácido, y que no se asocia a ningún otro tipo de patología bucal.

La prevalencia de la sensibilidad dental varia en función del grupo de población (más prevalente en individuos con enfermedad periodontal y fumadores). En la mayoría de los casos, la sensibilidad dental se debe a recesiones gingivales.

CAUSAS DE LA SENSIBILIDAD DENTAL 

Higiene bucal deficiente. Cepillarse con excesiva fuerza o con un cepillo duro, o hacerlo justo después de ingerir comida/bebida ácida puede ayudar al desgaste prematuro del esmalte y su consiguiente sensibilidad, así como una mala o escasa higiene bucal puede hacer que la placa bacteriana deteriore la protección de la encía.

Dietas y bebidas ácidas. Un pH bajo contribuye a la erosión del esmalte y del cemento. Algunos alimentos que lo contienen son los cítricos, las mermeladas, el yogur, el té, el vino o los refrescos.

Bruxismo.  Las tensiones derivadas del rechinar de los dientes provocan pérdida de la capa de esmalte permitiendo el contacto de la dentina con el medio oral.

Enfermedades generales. Aquellas patologías no orales que cursan con ácidos en boca, producen mayor erosión dental y pueden causar sensibilidad dental.

Tratamiento de la Sensibilidad Dental

Será fundamental una correcta higiene bucal y productos específicos:

• Utilizando una adecuada técnica de cepillado, usar un cepillo dental específico para sensibilidad, con filamentos extrasuaves para una limpieza delicada.
• Pasta dentífrica o gel no abrasivos y colutorios con principios activos para la sensibilidad dental.
• Evitar el uso de palillos interdentales. Existen elementos de higiene interproximal que cuidan los dientes y las encías.

Si estas medidas domésticas no calman la afección, se pueden realizar tratamientos específicos en clínica como la aplicación de geles desensibilizantes o resinas adhesivas.

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