Las coronas también llamadas fundas de porcelana son un recubrimiento total del diente que simula toda la anatomía coronaria. Su espesor oscila entre 1-2 mm.

Se emplean cuando un diente ha perdido una gran cantidad de tejido dentario, por ejemplo tras una gran caries o un traumatismo, ya que la retención a través solo del empaste o una carilla resultaría muy difícil debido a la gran pérdida de estructura dentaria.

También se emplean en muchos casos de dientes endodonciados, después de la reconstrucción, para dar mayor consistencia a todo el diente y evitar posibles fracturas, ya que con frecuencia los dientes endodonciados se encuentran muy debilitados tras el tratamiento.

Lo habitual, para dotarlas de mayor resistencia es que lleven un núcleo de metal. Hoy en día cada vez son más demandadas las coronas de cerámica sin metal sobre todo en el sector anterior de la boca debido a la altísima estética que proporcionan.

El Zirconio es un material altamente biocompatible con una gran dureza y además es blanco, convirtiéndolo en un material con unas propiedades funcionales y estéticas excelentes para la odontología. Es un mineral del grupo de los silicatos y desde hace 10 años se emplea en odontología

Hoy por hoy es sin duda el material con el que se obtiene la mejor estética posible en reconstrucciones que antiguamente hubieran necesitado componentes metálicos menos estéticos.

Sus propiedades lo convierten en un material excelente para soportar las fuerzas masticatorias y a la vez lograr una gran estética. Por otro lado numerosos estudios defienden la poca retención de placa bacteriana sobre las restauraciones de cerámica que llega a ser menor que sobre el propio esmalte. Esto es así por el glaseado de la superficie cerámica.

Pero la gran ventaja de las coronas totalmente en porcelana (sin metal) es la gran compatibilidad con el tejido de la encía, que combinado con su capacidad para transmitir la luz nos permite alejar el margen de la corona de los tejidos gingivales preservando la salud de los mismos sin perder nada de estética.

Preparación del diente para llevar una corona

El diente debe ser reducido en todo su contorno de modo que al colocar la corona, ésta se deslice por las paredes del diente hasta encajar perfectamente y de forma totalmente hermética. Una vez concluida la preparación se toman medidas que serán enviadas al laboratorio para la fabricación de la corona .Habitualmente en zonas estéticas se coloca una corona provisional. Terminada la corona, al cabo de 4-5 días, se cementa al diente con un adhesivo o cemento especial.